El gobierno nacional adoptó en 2008 una política energética nacional de largo aliento. Las medidas fueron aprobadas por el ejecutivo luego de la crisis energética que vivió el país en 2007 y 2008. Esta política nacional aprobada en 2010 por todos los partidos políticos, buscaba diversificar la matriz energética con el fin de alcanzar una mayor independencia energética de forma de aumentar la autonomía de nuestro país con respecto al precio del petróleo.
Entre las medidas adoptadas desde entonces se destacan el aumento en la producción de las energías renovables. La idea básicamente era disminuir la proporción de petróleo utilizado para satisfacer la demanda uruguaya de energía. procurando la independencia energética del país.
Ésta Política Energética realiza una fuerte apuesta a la incorporación de fuentes autóctonas en general y en particular las energías renovables. La búsqueda de diversificación tiene como objetivo reducir costos, activar la industria nacional energética, disminuir la dependencia del petróleo, y dar participación a las fuentes autóctonas. Dentro de este proceso de cambio iniciado en nuestro país en 2008 se apostó a fuentes alternativas: biomasa , solar y eólica. Este última energía ha sido una de las más promovidas.
En La Nueva Mañana, hablamos con el presidente de UTE, Ing. Gonzalo Casaravilla.
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