En diciembre de 1932 Uruguay se convirtió en el primer país de América Latina y entre los primeros del mundo en consagrar la igualdad política entre mujeres y hombres, estableciendo que ambos tendrían los mismos derechos a elegir y a ser elegidas/os. Sin embargo, la Ley de cuotas, que efectivamente legisla este principio democrático y de justicia social, recién vio la luz por primera vez en 2009 y con fecha de vencimeinto (por una sola legislatura). Finalmente se extendió indefinidamente, esta vez sin caducidad, en 2017 pero su efectividad resulta cuestionada cuando en las últimas elecciones las representadas llegaron solamente al 18,6%.

En 2018, el Plenario Nacional del Frente Amplio dio un paso más en esta cuestión y resolvió que las listas tendrán la misma cantidad de candidatos hombres que mujeres, según informaron en ese entonces, para “aprobar la paridad de género de la Cámara de Representantes”. Sin embargo, hay factores que todavía no permiten una paridad real, y esto no se comunica detalladamente.

En esta edición de Ni más ni menos, Elena Fonseca conversa con Evelin Muñoz quien ofrece un análisis riguroso de los vaivenes de la Ley de Cuotas, con los comentarios de Claudia Marijanovich.

 

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