Los funcionarios de la Dirección General de Registros están en conflicto desde el pasado 6 de octubre en reclamo de un aumento salarial del 26% que les corresponde en función de un artículo de la ley de Presupuesto aprobada en 2011, debido a que están legalmente equiparados a los trabajadores del Poder Judicial, que también reclaman el incremento.
Los registrales presentarán una propuesta al gobierno y estiman que el conflicto se solucione en menos de diez días. Una resolución judicial desestimó la petición de los escribanos de acceder a un recurso de amparo que le permitiera ejercer en su totalidad la función que se enlentecen con las medidas de conflicto de los registrales.
En declaraciones a la prensa, el presidente del sindicato de los registrales, Homero Hernández, dijo que este resultado “le parece lo más justo” dado que “no estamos matando a nadie”. “El trabajo se cumple en tiempo y forma, lo único que se achicaron fueron los horarios pero la misma cantidad de documentos que ingresan en un día normal se está entrando ahora”, sostuvo Hernández. En cuanto al pedido de esencialidad, sentenció que los registrales “no somos un hospital. No somos un servicio de vida o muerte como dijo el ministro”.
En La Nueva Mañana dialogamos con el dirigente sindical Luigi Bazzano.
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