En Uruguay, existen tres grandes grupos economicos, a cargo del 95,5% del total del mercado de la televisión abierta: el de la familia Romay (Canal 4), el De Feo-Fontaina (Canal 10) y el Cardoso-Scheck (Canal 12). Esto lo logran a partir de la propiedad directa de varios canales (de forma independiente y asociados en Equital o La Red, que funcionan como «cárteles») o a partir de acuerdos comerciales con empresas locales. Estas empresas familiares no poseen un solo medio, si no además radios y medios de prensa. Estos datos se extraen del informe denominado Mapeo de medios, de Luis Stolovich.
En el mercado de televisión para abonados la situación es similar. Cada grupo cuenta con empresas de televisión por cable en Montevideo: Montecable (grupo Romay), tcc (grupo Fontaina-De Feo) y Nuevo Siglo (Cardoso-Pombo Scheck). En el Interior los grupos se nuclean hace 20 años en Equital, que además de ser propietaria directa de 11 televisoras de cable. Estos tres grupos compiten con otras dos grandes empresas: el grupo Clarín (Cablevisión) y Direct tv.
Esta situación de concentración de medios pone a Uruguay en desventaja respecto a tratados internacionales en los que se aplica una ley que regule este aspecto tanto en aire como en sistema por abonados, procurando promover la diversidad, pluralidad y libertad de expresión en los medios de comunicación. La única regulación es un decreto establecido durante la dictadura (el 734/78) que no constituye una regulación real indirecta como directa.
En La Nueva Mañana, hablamos con Fernando Gelves, asistente Académico en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, y representante institucional en la Coalición por una Comunicación Democrática.
Escuchá el audio o descargalo aquí.
Podcast: Play in new window | Download